Una urbanita en el pueblo
Me ha adoptado un pueblo

Yo nunca he tenido pueblo. He nacido en la ciudad y cuando, de pequeña, llegaban las vacaciones íbamos a diferentes lugares, unos años repetíamos y otros no.
Desde hace un par de años digo con orgullo que…. He adoptado un pueblo, aunque más bien me ha adoptado el a mí.
Es un pequeño pueblecito en Cantabria, a poco más de dos horas de Bilbao por carretera.
He descubierto el placer de pasear por el monte, de coger moras, de encontrar tesoros perdidos en la casa de la leña, de encender la chimenea y cocinar en ella….


Cuando voy allí el mundo se para. No existe el reloj, no hay prisas, por no haber…¡No hay ni wifi!
Tienes todo el día por delante para ti, para disfrutar del campo, del aire puro, del sonido de la cascada detrás de casa.


Aunque me reconozco urbanita unos días de desconexión son necesarios, he observado que hasta vuelvo de mejor humor y me cuesta menos volver a la rutina diaria, aunque sólo hayan sido 3 ó 4 días fuera.
Consejo del día: Ponga un pueblo en su vida. Si es pequeñito y poco habitado mejor!