Le Bol Blanc, un restaurante diferente
En el NH Collection Villa de Bilbao
He empezado febrero conociendo un nuevo concepto. He estado en Le Bol Blanc, un restaurante diferente. Quizás os preguntéis en qué puede ser diferente, si es asi … seguid leyendo!
El pasado jueves el equipo del Hotel NH Collection Villa de Bilbao organizó su primer encuentro #instafoodies en el que convocó a un grupo de personas relacionadas con el mundo foodie, el ocio y la moda. Fue una velada estupenda en la que además de cenar en Le Bol Blanc pudimos disfrutar del cóctel perfecto en su bar The Corner. ¿Qué os parece si os cuento los detalles? 😉
La cita fue el pasado jueves 1 de febrero y a pesar del tiempo desapacible que teníamos en la Villa, no faltamos ninguno al encuentro. Habíamos quedado en The Corner, el bar del hotel y según íbamos llegando éramos recibidos por Raúl, director del hotel, Natalia, organizadora de eventos y Vanessa, la encargada de convocarnos. Una vez todos reunidos llegó el turno de tomar un cóctel antes de cenar, un old negroni preparado con maestría por el barman. Estaba delicioso!!
Llega el momento de subir a cenar, lo hacemos desde dentro del hotel pero Raúl nos comenta que el restaurante está abierto para todos, es decir que no hay que estar alojado en el hotel para poder disfrutar de la cocina del chef de Le Bol Blanc. Lo cual es un acierto ya que es el lugar perfecto para ir a comer o cenar con familia o amigos o en plan cenita romántica.
Según entramos vemos un gran buffet en el centro de la sala, con platos dulces y salados. Nos explican que la idea es que el primer plato y el postre lo escojamos nosotros mismos a modo de buffet , como plato principal nos dan hasta 6 opciones en la carta, a cual con mejor pinta. No os parece un concepto novedoso? A mi sí, y he de decir que me encantó.
Nada más sentarnos nos sirvieron de aperitivo una zamburiña con papel de arroz frito y cochinillo caramelizado, si así era el principio, la cena prometia… Como primeros platos podíamos elegir desde ensaladas variadas, pintxos innovadores y deliciosos, cremas calentitas… reconozco que me hubiera comido uno de cada 🙂 Probé varios: Pintxo de antxoa marinada sobre pan de cristal, salmorejo con langostino, atún marinado con mayonesa de soja, pulpo a feira y blini de salmón marinado, me encantaron todos y cada uno de ellos por su sabor y delicadeza.
Como plato principal me decidí por un lomo de bacalao Skrei al horno con piperrada y polvo de aceitunas negras. Las lascas salían perfectamente, sinónimo de que estaba cocinado a la perfección, de los pimientos no tengo nada que decir, ya sabéis que soy una enamorada de esta hortaliza y hubiera pedido un tupper para llevarme a casa. En mi zona de la mesa regamos la comida con Itsasmendi, uno de mis txakolis favoritos, ¡Bizkaino claro!
A la hora de los postres volvimos a levantarnos para acercarnos al buffet, ahora por la zona dulce. Muchas eran las opciones, desde yogures, fruta fresca, pantxineta, … yo me decanté por un surtido de quesos con nueces, una copita de yogur con frutos rojos y un mousse de chocolate coronado con physalis, reconozco que este último fue por pura gula ya que no podía más.
Llegó la hora del café, pero para mí ya era hora de retirarme. Me fui del hotel con una sonrisa en la cara que ni siquiera fue borrada por el aire frío que me esperaba al salir a la calle. Una velada estupenda, muy bien organizada, con buenos compañeros de viaje y con una cena de 10. Aquí sólo hay una pequeña muestra de toda su propuesta gastronómica, lo mejor es acercaros un día y probar su menú, seguro que salís tan contentos como yo.
¡¡Eskerrik asko por todo equipo!!