Loiu, 25 años de su feria agrícola y artesana
15 de octubre de 2017
A estas alturas y a un poco que me conozcáis, ya sabéis que me encantan las ferias, y si son de gastronomía mucho más. La semana pasada me enteré que el 15 de octubre, se celebraría una en Loiu, además de estar muy cerquita de casa el cartel anunciador me resultó muy atractivo. Así que a primerita hora del domingo allí que me fui. Os cuento mi visión de la feria en Loiu, 25 años de su feria agrícola y artesana.
Como os decía se celebró el pasado domingo. El programa era muy atrayente ya que además de puestos con productos de la tierra había una exposición de ganado y exhibición de deporte rural, además de degustación de txakoli y pollo de caserío Eusko Label; Así que quitando la pereza propia del domingo, madrugamos y a las 10 y pico ya estábamos por allí.
Nada más llegar observé que tenían todo muy bien organizado, no en vano es la edición número 25, empezando por el aparcamiento. El llegar pronto también tiene sus ventajas 🙂 Nos dirigimos a la zona de la feria que estaba ubicada en la Plaza del Ayuntamiento, Plaza Alonsotegui y el Frontón Municipal, casi 60 puestos se repartían en estas zonas.
Como es habitual en mí, primero me fui a la zona gastro, varios puestos nos ofrecían lo mejor de su huerta, conservas de pescado, productos del pato, dulces, embutidos caseros, chocolates, mermeladas, pan, cervezas artesanas, quesos …Hasta me sorprendió, muy gratamente, uno de dulces sin gluten y sin lactosa. Varios puestos nos ofrecían talo que elaboraban delante de nuestros ojos y sidra o txakoli. No faltaron a la cita las gildas más famosas de Bizkaia ni una de las carnes más sabrosas de la zona, de la mano de Sandra Lejarza.
Ya nos habíamos plantado en las 12 de mediodía, hora en la estaba programada una degustación de pollo de caserío Euskolabel y copa de txakolí por muy poquito dinero. Tiempo antes había podido ver como los estaban asando en unas grandes parrillas depositadas sobre brasas.
Saciado el hambre nos acercamos a la zona de exposición de ganado, además de nuestros tradicionales bueyes y vacas, pudimos ver cabras, ovejas, emús, pavos, pavo real, patos con un pelaje muy colorido… En una zona había ponis con los que los niños podían dar una vuelta, era una maravilla ver sus caritas mientras los montaban. Y en otra un enorme buey tiraba de un carro guiado por Iñigo, de Loiuko.
Sin habernos dado cuenta llegó el momento de la exhibición de deporte rural por parte de dos equipos. Un interesante y complicado circuito era el reto que tenían por delante. Tras esta actividad finalizó mi visita a esta 25 edición de la feria agrícola y artesana de Loiu. Yo me marchaba ya, pero la fiesta aún no había acabado, al mirar desde el aparcamiento el recinto bullía de actividad.
Ha sido un placer visitarte. ¡Hasta la próxima edición Loiu!