Pimientos del piquillo, el Oro Rojo de Navarra
En Conservas Rosara
De todos es conocida mi pasión por los pimientos. Rara es la vez que no acompañan a mis platos, cocinados, crudos, rojos, verdes… Así que cuando Conservas Rosara me ofreció visitarles en plena campaña de pimiento del piquillo no pudo dibujarse una sonrisa mayor en mi cara. Acepté, por supuesto, y si antes me gustaban ahora me enamoran. Hoy voy a contaros la visita, voy a hablaros de los Pimientos del piquillo, el Oro Rojo de Navarra.
No tengo muy claro desde cuando me viene ese amor profundo por los pimientos. Imagino que ver a mi madre, desde pequeña, asar pimientos y luego embotar o congelar tuvo algo, o mucho, que ver. Sea cual sea el origen puedo decir a día de hoy que es uno de mis alimentos favoritos. Tanto en mi Instagram como en la web podéis encontrar sugerencias con pimientos, Aquí mi receta de como los aso y conservo.
Pero basta de preámbulos ….Ya os he contado en otras ocasiones que Rosara es una marca que conozco y utilizo, desde hace más de 20 años así que la emoción por conocer la fábrica, ver los procesos de elaboración y sobre todo poner cara a las personas con las que he hablado por teléfono durante tanto tiempo me hacía especial ilusión.
El pasado lunes fue el día señalado para conocer la fábrica de Conservas Artesanas Rosara. La encargada de llevarme a Andosilla, Navarra, fue Esti, la comercial que durante tantos años nos visitaba en la tienda, otro motivo más de celebración ya que tras el cierre nos habíamos perdido la pista.
Nada más llegar nos recibió Saúl, que junto con sus dos hermanos, Sara y Pablo, han tomado las riendas de este negocio familiar tras la jubilación de Evaristo, el padre y creador de la empresa. El inicio de Rosara comienza cuando la empresa en la que trabaja Evaristo cierra y se ve en la obligación de reinventarse, empieza a preparar conservas en su garaje, que vende a restaurantes cercanos, poco a poco va creciendo y profesionalizándose para llegar a ser lo que es hoy, una empresa familiar en la que se cuida con mimo, no sólo el producto, también a los trabajadores y a los productores, todos ellos de cercanía . Por algo va a ser que sus productos se consumen en un montón de países y los aprecian grandes como el chef Jose Andrés. ¡No saben nada! 🙂 🙂
Tuve la suerte de coincidir con Miguel Angel, uno de los productores que les suministran los pimientos del piquillo, y que amablemente me enseña su plantación, apenas a 5 minutos de distancia. Me explica como cuidan las plantas, su riego, como eligen las piezas más perfectas…
De vuelta a Rosara, lo primero que veo es el horno, al que están alimentando con madera de haya, aquí queman los pimientos para retirarles la piel exterior, después pasan a una zona donde un grupo de trabajadoras, uno a uno, retiran esa piel aún caliente, quitan el rabito y las pepitas, los limpian concienzudamente, sin agua para que no pierdan sabor, y meten en botes para su conservación. Es un proceso manual que, viendo el trabajo que da, hace que ahora valore aún más su calidad y sabor.
En la fábrica también tienen una inmensa cocina, capitaneada por Isabel, donde preparan los productos elaborados. En esa ocasión pimientos rellenos de merluza y gambas. Su elaboración es totalmente casera, por un lado preparan una bechamel con merluza y gambas para rellenar los pimientos, por otro la salsa española con que los cubren. Es una gozada ver como trabajan y preparan todos los ingredientes necesarios.
He de decir que el tiempo se me pasó volando. Quiero agradecer, en especial a Saúl y a Esti, lo bien que me recibieron. Me enseñaron todos los recovecos y me contestaron a todo lo que se me ocurrió preguntar que no fue poco ( los que me conocéis ya sabéis que soy muy curiosa y muy preguntona). Me gustó ver con mis propios ojos algo que ya sabía, que Conservas Artesanas Rosara cuida y mima el producto, que su objetivo es ofrecer calidad seleccionando producto con Denominación de Origen, de cercanía, y que lo consiguen gracias a su elaboración artesanal.
¡Mil gracias a todos por la experiencia! Os tomo la palabra y me apunto para otra campaña 🙂 🙂